Descubre cómo el liderazgo empático puede transformar la dinámica de tu equipo y potenciar el rendimiento laboral de manera significativa aportando a su vez motivación y compromiso.

Pasamos el mayor tiempo de nuestra vida trabajando con diferentes personas, al menos 8 horas diarias, por lo tanto, no es menor el trabajo que debemos hacer con cada uno de ellos para relacionarnos y poder llegar a cumplir objetivos al momento de enfrentar un desafío laboral.

Al momento de liderar equipos y motivarlos para lograr los objetivos en común, existe un gran trabajo, uno silencioso, que no se ve, pero es relevante para tener personas motivadas, consideradas y valoradas. Me refiero a la empatía.

Liderar con empatía es vital para darle un sentido al trabajo que realizan y sobre todo entender que trabajas con personas, no robots ni máquinas. Personas que sienten, que tienen problemas, días malos o buenos, personas que tienen ganas de entregar todo, pero que – a veces- esas ganas no son suficientes cuando estás pasando por un mal momento. Ignorar las emociones en el trabajo es surrealista, una vez que entendemos que las emociones tienen un papel relevante en el rendimiento y en la motivación podemos pasar a la acción.

El liderazgo es movilizar, por eso resulta paradójico que tradicionalmente se consideren factores de éxito en un líder y no sus habilidades emocionales. Darme cuenta de esto, ha sido relevante para poder entender a mi equipo, escucharlos cuando no todo va bien, para sentir que al menos en el trabajo hay alguien que empatiza con ellos y que entiende que un día malo no los define como personas ni como trabajadores, solo es parte de la vida y es importante ser consciente de eso, vivirlo, transitarlo y avanzar para no estancarse.

Por lo tanto, al que lea esto y deba enfrentar desafíos de liderazgo, me gustaría recordar que un líder no dice qué y cómo tienes que hacer las cosas para luego supervisar.  Un líder escucha, empatiza, inspira, motiva, ayuda sobre todo cuando las cosas se ponen difíciles y eso va muy de la mano de como eres como persona, sé buena persona, eso siempre te abrirá muchas puertas.

En conclusión, ¡Recuerda siempre liderar con empatía y comprensión! Las relaciones sólidas en el entorno laboral no solo mejoran el desempeño del equipo, sino que también crean un ambiente positivo y productivo. ¡Conviértete en un líder que inspire y motive a través de la empatía y la comprensión, y verás cómo tu equipo florece!


Este artículo fue escrito por Natalia Mellado, Directora de cuentas de Frisbi.